Con un 9,8% del total, España fue el país que más spam recibió durante el segundo trimestre del 2020, pero no es la que más envía.
No es un gran cambio respecto al periodo anterior, ya que España sigue siendo la «líder», con un incremento de medio punto porcentual sobre el trimestre anterior, según datos de la compañía de ciberseguridad Kaspersky.
El segundo puesto sigue siendo para Italia (6,38 por ciento), seguido de Rusia (5,82 por ciento), Emiratos Árabes Unidos (5,36 por ciento) y Alemania (5,26 por ciento).
No es sorprendente descubrir que los países que reciben spam no son los mismos que los envían, al menos no completamente. Rusia sigue siendo la principal fuente de spam del planeta, nada menos que un 26,07% de los mensajes y correos no deseados provienen de ese país. Alemania se sitúa en segundo lugar, con un 13,97%.
Estados Unidos completa el podio con un 11,24%, seguida de China con un 7,78%. España es la séptima productora de spam del mundo, con un 2,98%.
En el segundo trimestre de 2021, en medio de la continua interrupción de las cadenas de suministro y los servicios de correo, los ciberdelincuentes siguieron aprovechando este hecho para robar dinero y datos de tarjetas de crédito.
Desde el año pasado, los estafadores han estado aprovechado los problemas en las entregas de paquetería para convencer a los usuarios de que hagan clic en enlaces de correo electrónico maliciosos.
En el segundo trimestre de 2021 no solo ha continuado esta tendencia, sino que los ciberdelincuentes se han vuelto más hábiles a la hora de personalizar sus envíos de spam. Los usuarios experimentaron un aumento en el número de mensajes con forma de factura en diferentes idiomas solicitando dinero por cualquier cuestión, desde los derechos de aduana hasta los gastos de envío.
Estos correos suelen conducir a las víctimas a sitios web falsos, donde se arriesgan no solo a perder dinero, sino también a poner en peligro los datos de sus tarjetas bancarias, como ha alertado Kaspersky.
Los ciberdelincuentes también se atrevieron en este trimestre con una nueva modalidad: sitios web que ofrecían la posibilidad de comprar paquetes que no podían llegar a sus destinatarios. Dichos sitios web estaban configurados como una lotería. Los usuarios no conocían el contenido del paquete. Pujaban en función del peso del paquete que, si ‘ganaban’, nunca llegaba, ni siquiera después de pagar la puja ganadora.
Otro truco nuevo de este último trimestre consistió en el envío de spam a WhatsApp solicitando pequeñas cantidades de dinero. Estas estafas respondían a esquemas diferentes. Uno pedía que los usuarios hicieran una encuesta sobre WhatsApp y enviaran mensajes a varios contactos para recibir un premio. Otra afirmaba que los usuarios ya habían ganado un gran premio y que lo único que tenían que hacer para cobrarlo era pagar una pequeña cantidad.
Otra estafa aprovechó el debate en torno a la nueva política de privacidad de WhatsApp que le permitía intercambiar información con Facebook. Los ciberdelincuentes crearon sitios web falsos que invitaban a los usuarios a un chat de WhatsApp y, al hacer clic en el enlace a la sala de chat, la víctima potencial aterrizaba en una página de inicio de sesión falsa de Facebook y se arriesgaba a dar su información personal.